"La danza es movimiento, el movimiento es vida. Habitar el cuerpo, habitar el espacio, mover el aire, dejar que la música nos atraviese, organizar un instante de belleza efímero, no es poca cosa. El movimiento, el cuerpo, nos permiten descubrir lugares que nos llenan de emoción y que muchos individuos ni siquiera imaginan, porque este mundo dirige todo a la cabeza y lo culmina en el cuello, lejos del cuerpo sensible". Este concepto de la danza fue expresado por Amelia Acosta, directora del Ballet Bajo Jardín, en un congreso realizado en Salta.
La cita viene a cuento porque mañana se conmemora el Día Internacional de la Danza, que será celebrado con distintos espectáculos en esta ciudad.
Según Mercedes de Chazal, es también pasión, talento y disciplina; la representación misma de los sentimientos a través de la armonía, la música y la expresividad del movimiento. "Por encima de todo, implica la entrega y la manifestación del amor", señaló.
La conmemoración fue instituída por el Comité de Danza del Instituto Internacional del Teatro de la Unesco en 1982. Lo hizo a partir de la propuesta del maestro ruso Piepor Gusev, de Leningrado, de homenajear al gran innovador del ballet clásico, el coreógrafo francés Jean Georges Noverre, nacido el 29 de abril de 1727.
"En otros tiempos solíamos reunirnos después de la función. Era lo más lindo porque conversábamos y compartíamos lo que un rato antes habíamos vivido en la sala. Hoy todo eso se ha perdido", recuerda con nostalgia De Chazal, actual directora del Ballet Estable. "Por lo efímera que es la danza en sí misma, considero que los ensayos -que representan el camino en relación a la meta- son fundamentales en la vida del bailarín".
Patricia Sabbag también tiene algo que decir: "pienso que celebrar la danza es vivirla a través del esfuerzo y el trabajo cotidianos, esos que la gente no suele tener en cuenta cuando ve a un bailarín apenas cinco o 10 minutos en escena. La danza supone un compromiso intelectual, físico y mental. Es asumir lo que ella significa dentro de la sociedad para continuar una cadena de la historia", añadió. La responsable del Ballet Contemporáneo sostuvo: "danzar implica asumir el movimiento de todas las cosas: un pájaro, la Tierra, el Universo. Nuestra filosofía se asienta en los postulados de Rudolf von Laban, creador de la 'kinesfera' o técnica del movimiento, y de figuras como José Limón, Merce Cunningham y Pina Bausch, quienes supieron trasladar los movimientos cotidianos al arte". "No existe una única definición sobre la danza. Como actividad social y cultural puede entenderse como un conjunto de movimientos realizados por personas, generalmente al ritmo de una música, como un modo de expresión o comunicación. Si la pensamos como disciplina artística, su especificidad también está vinculado al movimiento, pero en este caso se trata de una danza que se expone a la mirada de otro y, por tanto, se halla entre las artes escénicas", opinó por su parte Marcos Acevedo.
La cita viene a cuento porque mañana se conmemora el Día Internacional de la Danza, que será celebrado con distintos espectáculos en esta ciudad.
Según Mercedes de Chazal, es también pasión, talento y disciplina; la representación misma de los sentimientos a través de la armonía, la música y la expresividad del movimiento. "Por encima de todo, implica la entrega y la manifestación del amor", señaló.
La conmemoración fue instituída por el Comité de Danza del Instituto Internacional del Teatro de la Unesco en 1982. Lo hizo a partir de la propuesta del maestro ruso Piepor Gusev, de Leningrado, de homenajear al gran innovador del ballet clásico, el coreógrafo francés Jean Georges Noverre, nacido el 29 de abril de 1727.
"En otros tiempos solíamos reunirnos después de la función. Era lo más lindo porque conversábamos y compartíamos lo que un rato antes habíamos vivido en la sala. Hoy todo eso se ha perdido", recuerda con nostalgia De Chazal, actual directora del Ballet Estable. "Por lo efímera que es la danza en sí misma, considero que los ensayos -que representan el camino en relación a la meta- son fundamentales en la vida del bailarín".
Patricia Sabbag también tiene algo que decir: "pienso que celebrar la danza es vivirla a través del esfuerzo y el trabajo cotidianos, esos que la gente no suele tener en cuenta cuando ve a un bailarín apenas cinco o 10 minutos en escena. La danza supone un compromiso intelectual, físico y mental. Es asumir lo que ella significa dentro de la sociedad para continuar una cadena de la historia", añadió. La responsable del Ballet Contemporáneo sostuvo: "danzar implica asumir el movimiento de todas las cosas: un pájaro, la Tierra, el Universo. Nuestra filosofía se asienta en los postulados de Rudolf von Laban, creador de la 'kinesfera' o técnica del movimiento, y de figuras como José Limón, Merce Cunningham y Pina Bausch, quienes supieron trasladar los movimientos cotidianos al arte". "No existe una única definición sobre la danza. Como actividad social y cultural puede entenderse como un conjunto de movimientos realizados por personas, generalmente al ritmo de una música, como un modo de expresión o comunicación. Si la pensamos como disciplina artística, su especificidad también está vinculado al movimiento, pero en este caso se trata de una danza que se expone a la mirada de otro y, por tanto, se halla entre las artes escénicas", opinó por su parte Marcos Acevedo.